Add parallel Print Page Options

Tan grande ha sido tu disgusto
que nada sano tengo en el cuerpo;
tan grande ha sido mi pecado
que no tengo paz en los huesos.
Ya no aguanto mi maldad;
¡no soporto carga tan pesada!

Tan necio he sido,
que hasta mis llagas apestan;
¡están llenas de pus!

Read full chapter